ansiedad, el estrés, los nervios, trastornos emocionales, depresión

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Carole inició terapia conmigo, porque ella estaba deprimido. Ella había estado enferma con síndrome de fatiga crónica durante mucho tiempo y cree que su depresión se debe a esto. En el curso de nuestro trabajo conjunto, se dio cuenta de que su depresión fue en realidad viene de su pensamiento negativo - Carole era un angustiado constante. Muchas palabras de su boca centrado alrededor de su preocupación de que algo malo pueda pasar. "¿Qué pasa si no tengo bien?" "¿Qué pasa si mi marido se pone enfermo?" "¿Y si me quedo sin dinero?" (Carole y su marido tenían un negocio muy exitoso y no había ninguna indicación de que no seguiría siendo éxito). "¿Qué pasa si mi hijo se mete en las drogas?" "¿Qué pasa si mis hijos no se metan en buenas universidades?" "¿Qué pasa si alguien irrumpe en la casa?"

Su preocupación no sólo causan la depresión, sino que también contribuye a su enfermedad, si no la causa. Su preocupación causó tanta tensión en su cuerpo que su sistema inmunológico no puede hacer su trabajo de mantener su bien. Sin embargo, incluso la conciencia de que su preocupación era la causa de su depresión y posiblemente la enfermedad no se detiene Carole de la preocupación. Era adicto a ella. Estaba inconsciente, adictos a la sensación de control que la preocupación le dio.

Lo entendí bien, porque vengo de una larga línea de preocuparse demasiado. Toda la vida de mi abuela estaba a punto preocupante. Ella vivió con nosotros como yo estaba creciendo y yo no recuerdo haberla visto nunca sin una mirada de preocupación en su rostro. Lo mismo con mi madre - preocupación constante. Por supuesto, me recogió en ella y también se convirtió en un angustiado. Sin embargo, a diferencia de mi madre y mi abuela, que preocupa a diario hasta el día en que murió, yo decidí que no quería vivir de esa manera. El momento crucial llegó para mí el día que mi esposo y yo íbamos a la playa y empecé a preocuparme de que la casa se incendiara y mis hijos se mueren. Me sentí tan molesto de la preocupación que hemos tenido que dar la vuelta y regresar a casa. Supe entonces que tenía que hacer algo al respecto.

Como ya he empezado a examinar la causa de la preocupación, me di cuenta que se preocupan creen que la preocupación se detendrá nada malo ocurra. Mi madre se preocupaba toda su vida y ninguna de las cosas malas que preocupa cada vez que sucedió. Ella llegó a la conclusión de que nada malo sucedió porque le preocupaba! Ella realmente creía que podía controlar las cosas con su preocupación. Mi padre, sin embargo, nunca se preocupó por nada, y nada malo ha pasado a él tampoco. Mi madre creía que nada malo le pasó a mi padre a causa de su preocupación! Ella realmente cree que hasta el día de su muerte (de problemas del corazón que puede haberse debido a su preocupación constante) que si se dejaron de preocuparse, todo se vendría abajo. Mi padre todavía está vivo a los 92 años, incluso sin su preocupación acerca de él!

No es fácil dejar de preocuparse cuando usted ha estado practicando preocupante para la mayoría de su vida. Para que yo deje de preocuparse, yo tenía que reconocer que la creencia de que la preocupación tiene el control sobre los resultados es una completa ilusión. Yo necesitaba ver que no sólo es preocupación una pérdida de tiempo, pero que puede tener graves consecuencias negativas en la salud y el bienestar. Una vez entendido esto, pude notar el estómago, apretar los dientes que se produjo cada vez que me preocupa y dejar de pensar que estaba causando el estrés.

Carole está en el proceso de aprendizaje de este. Ella ve que su preocupación hace sentir muy ansiosa y deprimida. Se ve que cuando ella no te preocupes, ella no es tan cansado como cuando se permite su adicción a la preocupación de tomar el relevo. Se ve que cuando se queda en el momento en vez de proyectar hacia el futuro, se siente mucho mejor. La clave para Carole en la detención de preocupante es en aceptar que la preocupación no da su control.

Renunciar a la ilusión de control que nos preocupa no es fácil para cualquier persona que se preocupa. Sin embargo, hay una paradoja interesante en relación con preocupación. He descubierto que cuando estoy en el momento presente, tengo una mejor oportunidad de tomar decisiones que el apoyo de mi mayor bien que cuando estoy en problemas, pensando en el futuro. En vez de darnos el control, la preocupación que nos impide estar presente lo suficiente como para tomar decisiones amor por nosotros mismos y otros. Preocupante en la práctica termina dándonos un menor control y no más!